En un intento por dinamizar la industria automotriz, vital para la economía nacional, el ministro de Economía, Luis Caputo, ha anunciado una significativa rebaja de impuestos y aranceles para el sector. Estas medidas tienen como objetivo principal beneficiar a un sector que representa el 10% de la producción total industrial y emplea a más de 75 mil personas en el país.
Caputo, a través de su cuenta en la red social X, adelantó que se lanzará una reducción de aranceles e impuestos que favorecerá tanto a las terminales automotrices como a sus proveedores. Además, se mantendrá la exención de derechos de exportación para las incrementales, medida vigente desde 2021, y se sistematizará y digitalizará el régimen de Reposición de Existencias (Repostock).
Estas acciones, según el funcionario, permitirán a los proveedores vender partes a las terminales con una rebaja de aranceles e impuestos, lo que se traducirá en una disminución del costo de las autopartes nacionales destinadas a la exportación. En este sentido, los aranceles de moldes de metal utilizados por la industria automotriz se reducirán del 35% al 12,6%, mientras que los moldes de inyección plástica pasarán del 24% al 12,6%.
Además, a partir de junio, se homologarán los ensayos de Licencias para la Configuración de Modelos (LCM) con Brasil, lo que evitará la duplicación de procesos ya reconocidos por el país vecino y viceversa.
Si bien estas medidas apuntan a fortalecer la competitividad y la capacidad exportadora del sector automotriz argentino, queda por verse cómo impactarán en la producción, el empleo y la inversión en el país. Algunos analistas expresan su optimismo ante estas iniciativas, mientras otros advierten sobre la necesidad de asegurar que los beneficios lleguen de manera equitativa a toda la cadena productiva y que se promueva una verdadera transformación en el sector hacia prácticas más sustentables y eficientes.