Este lunes la Suprema Corte de Justicia de Mendoza definió que la presidencia del máximo tribunal de justicia quede en manos de Dalmiro Garay, uno de los hombres de la justicia más cercano a Alfredo Cornejo, que asumirá nuevamente como gobernador el 9 de diciembre.
La definición se postergó una semana por la falta de acuerdo entre los ministros, y este lunes la deliberación se extendió por varias horas. José Valerio (radical, también ingresado por propuesta de Cornejo en su anterior gestión) pretendía volver a presidir el órgano, pero finalmente siguió en manos de Garay.
Finalmente, los ministros de la Corte llegaron a un acuerdo: Garay presidente; la vicepresidencia primera quedó en manos de Mario Adaro y la vicepresidencia segunda será ocupada por Omar Palermo.
“Por unanimidad, Dalmiro Garay Cueli fue reelecto como presidente de la Suprema Corte de Justicia. La primera vicepresidencia será ocupada por Mario Adaro, mientras que la segunda vicepresidencia estará en manos de Omar Palermo. Estos tres ministros integrarán la Sala Administrativa hasta noviembre de 2025”, informaron desde la oficina de prensa de la Suprema Corte.
Cornejo tiene especial interés en este organismo. Vale recordar que durante su gestión pudo proponer a tres de los actuales jueces que integran la Suprema Corte: José Valerio, Dalmiro Garay y Teresa Day.
Intentó, aunque se topó con la resistencia clave del demócrata Marcos Niven y del líder de Protectora, José Luis Ramón, que frenaron su intención de ampliar de siete a nueve los miembros del órgano.
Así, cuatro de los siete miembros están vinculados al radicalismo: Garay, Valerio, Llorente y Day. Mientras que fueron nombrados durante gobiernos peronistas Pedro Llorente, Mario Adaro, Omar Palermo y Julio Gómez.
En su inminente gestión, Cornejo podría llegar a designar otro lugar ya que Llorente llorente tiene 82 años y podría jubilarse en breve ya que supera los años en los que debiera jubilarse un juez.
La puja Valerio – Gray
Las diferencias entre José Valerio y Dalmiro Garay crecieron por el escándalo que se generó en el Consejo de la Magistratura cuando se removió la comisión evaluadora del fuero penal y con el concurso de ingresos al Poder Judicial, que también estuvo teñido de polémica.
