Desde diciembre, más de 1.300 personas que trabajaban en municipalidades de Mendoza quedaron sin empleo debido a medidas tomadas por los intendentes para hacer frente a la crisis económica y a la pérdida de ingresos por la quita del Impuesto a las Ganancias que se coparticipaba a gobernadores e intendentes. Aunque la mayoría de las personas afectadas eran contratadas cuyos vínculos no fueron renovados, también hubo impacto en el personal de planta. Incluso, sumando información extraoficial, el número de despidos superaría los 1.500.

Las estrategias implementadas por los intendentes para reducir gastos incluyeron recortes de personal, congelamiento de sueldos, reestructuración de áreas y otras medidas para ahorrar recursos. Algunos intendentes tomaron medidas drásticas, eliminando centenares de puestos laborales, mientras que otros implementaron estrategias como el retiro voluntario y la reducción de la flota de vehículos oficiales para enfrentar la situación económica.

El caso más emblemático se registró en Las Heras, donde el intendente Francisco Lo Presti eliminó 740 puestos de trabajo, siendo 600 contratados y 140 con cargos de planta. En otros municipios como San Carlos y Maipú también se aplicaron recortes, afectando a 200 personas en cada caso, según información extraoficial.

A pesar de la diversidad de estrategias utilizadas por los intendentes, el común denominador fue la necesidad de ajustar el gasto público y encontrar soluciones para enfrentar el complejo escenario económico. La situación generó preocupación entre los empleados municipales y pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las administraciones locales en tiempos de crisis.