La incertidumbre en torno a los aumentos de tarifas de servicios públicos genera preocupación en la población, especialmente aquellos con ingresos más altos. Las nuevas autoridades de Energía de Nación proponen modificaciones en el esquema de subsidios, buscando recuperar costos de producción de electricidad y gas anteriormente subsidiados por el Estado.

La estimación de una Canasta Básica Energética, presentada en una audiencia pública reciente, plantea que familias con ingresos superiores a $790 mil podrían perder el subsidio en el futuro. Este cálculo se basa en un uso razonable de electricidad y gas, limitando el gasto en estos servicios al 10% de los ingresos totales de cada hogar.

El cambio en el sistema de subsidios implica una mayor complejidad, ya que solo se subsidiará la diferencia entre ese 10% y el costo real del consumo de energía. Además, el monto de la Canasta Básica Energética se actualizará mensualmente, lo que dificulta la previsión de gastos para los usuarios.

Según estimaciones de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (Catheda), en julio los hogares de 3 a 4 ocupantes en la zona templada cálida gastarán alrededor de $78,998 en electricidad y gas. Aquellos con ingresos superiores a $789,980 no recibirán subsidio.

Los criterios para la exclusión del subsidio también incluyen la propiedad de activos como aeronaves, vehículos de lujo, múltiples inmuebles, entre otros. Asimismo, aquellos con ciertos gastos considerados excesivos, como consumos en tarjeta de crédito o viajes internacionales, también podrían perder el beneficio.