El viento Zonda, un fenómeno meteorológico caracterizado por ser fuerte, seco y cálido, ha hecho más frecuentes sus visitas a Mendoza durante el año en curso. Su origen en el Océano Pacífico y su trayectoria hacia las provincias argentinas ubicadas al pie de la Cordillera de los Andes, como Mendoza, se asocian con condiciones climáticas específicas, generalmente entre mayo y noviembre.

Según explicaciones del Ministerio de Salud provincial, el Zonda se origina como un viento frío y húmedo en el Océano Pacífico. Al chocar con las montañas de la precordillera, se producen lluvias, pero al avanzar hacia el este de la Cordillera de los Andes, el viento desciende en forma seca, aumentando su temperatura. Este proceso, enriquecido con polvo en suspensión, contribuye a que el Zonda impacte en la salud y el ánimo de las personas.
Las consecuencias del Zonda incluyen malestares físicos severos como dolores de cabeza, complicaciones respiratorias que pueden manifestarse con congestión nasal, estornudos y tos, así como dolencias en las articulaciones y golpes de calor. También se registran cambios en el humor, malestar corporal general, falta de coordinación, rápido agotamiento y cuadros de ansiedad o depresión. Sentimientos de agobio, tristeza y miedo también son comunes durante la presencia de este fenómeno.
Ante la presencia del Zonda, las autoridades recomiendan medidas como una adecuada y constante hidratación, especialmente para niños y ancianos, cerrar las viviendas de manera hermética para evitar el ingreso del aire seco, evitar la inhalación del polvo en suspensión y proteger los ojos, entre otras precauciones.
La toponimia de la palabra “Zonda” tiene origen huarpe y significa “cielo alto“. En San Juan, un departamento lleva este nombre, y en Mendoza, el viento Zonda afecta principalmente a las provincias mencionadas, generando preocupación por sus efectos en la salud.
El viento Zonda también tiene su leyenda huarpe, relacionada con las consecuencias de desobedecer a la Pachamama. La historia de Gilanco, castigado a sufrir las secuelas del viento caliente, se entrelaza con la cultura y la historia de la región, destacando la importancia de respetar las advertencias de la naturaleza.