Cada invierno, se lanzan campañas de advertencia sobre los peligros del monóxido de carbono pero, lamentablemente, los casos de intoxicación persisten. Recientemente, nuestra provincia fue testigo de una tragedia con tres víctimas fatales.

El monóxido de carbono, un gas tóxico producto de la mala combustión, se convierte en un enemigo letal durante los meses fríos. La calefacción insuficiente y la ventilación inadecuada en ambientes cerrados lo convierten en un peligro.

La falta de mantenimiento y el uso inapropiado de dispositivos de calefacción son las principales causas de estas intoxicaciones.

Este asesino silencioso es conocido por carecer de olor, sabor y color, lo que lo hace indetectable a nuestros sentidos. Sus efectos pueden incluir dolores de cabeza, mareos, vómitos, desmayos, palpitaciones e incluso la muerte.

Profesionales de la salud revelan que en Argentina se reportan aproximadamente 40.000 casos de intoxicación por monóxido de carbono cada año, con un lamentable saldo de 200 personas fallecidas. Los grupos más vulnerables son los niños, personas mayores, fumadores y aquellos con enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Lamentables casos mendocinos

En uno de los últimos casos, una mujer de nacionalidad española fue hallada sin vida en su departamento en la Ciudad de Mendoza, fue encontrada con las hornallas encendidas.

Recientemente, dos mendocinas mayores de edad perdieron la vida en San Martín, víctimas de la inhalación de monóxido de carbono. Y en otro incidente, una pareja de adultos mayores fue rescatada a tiempo por intervención de los bomberos, luego de desvanecerse por inhalar monóxido de carbono.

Cuáles son los síntomas y como prevenir

El monóxido de carbono ingresa al organismo a través de los pulmones, sustituyendo al oxígeno en la sangre, lo que afecta principalmente al cerebro y al corazón. Esto último puede dejar secuelas neurológicas a largo plazo.

Los síntomas de la intoxicación son diversos ya menudo inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico. Los grupos más vulnerables a estos envenenamientos incluyen a niños, personas gestantes, adultos mayores, fumadores y pacientes con enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Para prevenir estas tragedias, es fundamental contar con monitores de CO con alarmas certificadas por Enargas, así como asegurarse de que las llamas de los artefactos sean de color azul.