Luego de la detención de Alexis Alcaraz por un asesinato ocurrido a fines del año pasado, hubo cruces con la policía. También medidas por venta de drogas en pequeñas cantidades.
Alexis Andrés Alcaraz Sosa quedó con pedido de captura a las pocas horas de ser marcado como el autor del asesinato de Pablo Damián Cataldo. Esto en el distrito Vertientes del Pedemonte, en Luján. El crimen de este joven de 23 años, quien atendía un minimarket en el barrio Virgen de Guadalupe, ocurrió en medio de una guerra de familias que lleva meses en ese sector.
Alcaraz Sosa, nacido el 31 de marzo de 1997, es conocido con el alias de Fachi y tiene domicilio en Godoy Cruz. Se movía en los asentamientos Campo Papa, Quebrada de la Yuca y en el barrio Puesta del Sol con otros personajes conocidos en el mundo delictivo. Pero se trasladó hasta el citado complejo lujanino y quedó en la mira por disparar dos veces contra Cataldo utilizando una pistola calibre 9 milímetros.
El Fachi fue atrapado el viernes por la mañana en el lote 18 del barrio Virgen de Guadalupe. Quedó a disposición de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, que lo imputó por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Luego de su captura, los conflictos volvieron a la zona de calle La Esperanza y la Unión de Vertientes del Pedemonte.
Allanamiento y secuestro
Hubo tiros y enfrentamientos con efectivos que llegaron hasta la escena. Reinaba el malestar y bronca de algunos sectores del barrio durante la mañana. Con el paso de las horas, a las 18.05, la Policía contra el Narcotráfico (PCN) realizó tres allanamientos en busca de estupefacientes en el negocio donde acribillaron a Cataldo, en un domicilio colindante y en un inmueble de la manzana A del barrio Eco Chacras.
En las primeras dos propiedades los resultaron fueron negativos. No hubo drogas ni elementos de importancia para incautar. Sólo en el barrio Eco Chacras quedó aprehendido un hombre por sospechas de comercialización de sustancias prohibidas.
Secuestraron cocaína fraccionada para la comercialización (8 gramos), un cigarrillo de marihuana, una balanza digital, un sistema de grabación de cámaras, 12.500 pesos y tres teléfonos celulares.
Producto de esa medida, el sospechoso quedó a disposición de la Justicia federal. Lo trasladaron hasta la U-32 de los Tribunales locales y se iba a analizar situación procesal por sospechas de comercio de drogas en pequeñas cantidades.
Fuente: Diario El Sol
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