El protagonista de este hecho es Nilo Navas, quien había zarpado el 9 de enero a Ushuaia, a bordo del velero Galileo. Y concluyó su viaje llegando al Cabo de Hornos.
Navas es uno de los sobrevivientes del hundimiento del crucero, cumplió con su propósito durante un viaje que también incluyó una recorrida por las islas Picton, Lennox y Nueva, que motivaron el conflicto limítrofe con Chile en 1978.
“El crucero Belgrano se posicionó en el Cabo de Hornos el 26, 27 y 28 de abril de 1982. Quisimos llegar ahí por su connotación histórica y también porque es un sitio desafiante y mítico a nivel mundial. Pudimos cruzarlo en la madrugada del 12 de enero, eludiendo un fuerte temporal de vientos de 60 nudos”, contó el navegador, tras su regreso a Tierra del Fuego.
Luego de volver a pasar por Puerto Williams, la localidad chilena ubicada en el Canal Beagle, el Galileo inició un recorrido por los glaciares fueguinos.
“Estuvimos en sitios como Bahía Yendegaia, la isla Hostes (donde almorzamos con un matrimonio del lugar) y luego en los glaciares espectaculares de la zona, como el Romanche. Caminamos sobre turba, navegamos en bote entre hielos y en el velero soportamos vientos fuertes y cambiantes”, afirma Nilo.
La tripulación del velero está conformada por su capitán Andrés Antonini, el contramaestre Mario Monserrat, el patrón y jefe de navegación Jorge “Jota” Patoco. Agregándose el navegante Ernesto Niedzwiecki. Y por primera vez se sumaron dos mujeres navegantes de Buenos Aires.
“Nuestras banderas Argentina y de Malvinas volvieron a flamear en los confines del mundo. El Galileo permanecerá en Ushuaia durante el año, para realizar tareas de mantenimiento y mientras proyectamos nuevas aventuras, siempre centradas en la defensa de nuestra soberanía”, concluyó el veterano.
Fuente: TÉLAM.
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