Oscar Antonio Moraga reconoció la autoría en un juicio abreviado. Le redujeron la pena porque la Justicia consideró que hubo circunstancias extraordinarias de atenuación.
Uno de los femicidios que sacudió a Mendoza durante el año pasado tuvo su resolución este lunes en el Polo Judicial Penal.
Se trata del caso de Linda Angélica Suárez, la mujer de 78 años que fue asesinada a puñaladas en su casa de Guaymallén. Por el crimen, se encuentra detenido su esposo, Oscar Antonio Moraga.
Durante una audiencia que había sido programada para tratar un planteo de oposición. Las partes acordaron definir la causa mediante un juicio abreviado inicial.
Más allá de que se sostuvo la acusación de homicidio agravado por el vínculo, el acusado no recibió una pena a prisión perpetua. Esto porque se tuvieron en cuenta las circunstancias extraordinarias de atenuación que rodearon el femicidio de Suárez.
Principalmente, de la investigación surgió que Moraga decidió acabar con la vida de su esposa debido a una dura enfermedad que atravesaba la mujer desde hace tiempo. Fue por esa misma razón que el hombre trató de suicidarse y hasta prendió fuego la casa que compartían. Explicaron las fuentes consultadas.
La jueza María José Cerdera, del Juzgado Penal Colegiado Nº 1, homologó el acuerdo entre el fiscal Carlos Torres -estuvo subrogando a su par Claudia Ríos– y la defensa.
Así, Moraga reconoció la autoría y fue sentenciado a 25 años de prisión. Quien se encontraba con detención domiciliaria y continuará cumpliendo su pena bajo esa modalidad.
El caso
Según la reconstrucción, todo comenzó cerca de las 10 del 1 de junio de 2022, cuando uno de los hijos de la pareja recibió un mensaje “de despedida” de parte de su padre.
Preocupado, le pidió a su hijo, quien vivía cerca de ellos, que fuera a verlos hasta el domicilio del barrio Fe y Esperanza de El Bermejo. Al llegar a la propiedad, el joven vio que salía humo del comedor y encontró a su abuela muerta sobre la cama con una herida en el cuello.
En tanto, su abuelo estaba inconsciente junto a ella con cortes en la muñeca. Además, había prendido fuego algunos elementos sobre una mesa.
El chico llamó a la línea de emergencias 911 y los efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar. También llegó una ambulancia que trasladó a Moraga al Hospital Central, donde lograron estabilizarlo.
En un principio surgió la hipótesis de un pacto suicida y hasta se analizó la posibilidad de que el hombre fuese inimputable. Ambas posibilidades fueron descartadas y Moraga terminó imputado por femicidio.
Finalmente, el Ministerio Público tuvo en cuenta el contexto en el que ocurrió el asesinato y por eso el jubilado no fue condenado a la pena máxima.
Fuente: El Sol
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