Este domingo un grupo de más de 50 personas emprendió su viaje a la vecina provincia a llevar donaciones que todo Tunuyán entregó con mucho amor.
«Los tunuyaninos son muy solidarios…», lanzó uno de los integrantes del grupo que viajó a San Juan a llevar ropa, golosinas, agua y algunas otras cosas que se juntaron para poder ayudar en la vecina provincia. Desde hace más de una década viaja a Chaco otro grupo, con el señor Héctor Manzano a la cabeza, que tiene como único objetivo ayudar.
Lo cierto de todo esto es que la necesidad, la carencia, deja sinsabores a quienes pueden tener la oportunidad de aportar un granito de arena y ayudar a cientas de familias como las de SAN JUAN que sorprendentemente lo que más buscan es AGUA.
El grupo de Walter Villamil, es un grupo que se conformó a través de su programa radial en FM Horizonte 102.5, donde todos los días se consiguen elementos y donaciones para personas con problemas económicos o de salud.
En esta oportunidad, la misión fue «festejar» el día del niño junto a estos pequeños. Más allá del festejo, fueron minutos de emoción, donde se les entregó un vaso con chocolate, una tortita y una bolsita con caramelos y sorpresitas. Luego, las madres se acercaron a buscar ropa y calzado, y por supuesto, agua. Fueron tres paradas las que el «equipo» hizo en diferentes zonas. Una de ellas en San Expedito, otra en Difunta Correa y la tercera ya de regreso a kilómetros del límite entre San Juan y Mendoza.
Muchas veces necesitamos poder vivir este tipo de experiencias para valorar lo que la vida nos ofrece. Nos hace dejar de reclamar, de quejarnos, porque nosotros SÍ tenemos agua, nos encontramos en un Valle donde el trabajo es un elemento preciado pero no imposible de conseguir. En muchas ocasiones resultamos siendo selectivos con el trabajo, y eso también debemos valorarlo.
Afortunados seríamos si estos grupos de ayuda se multiplican, no solo para entregar lo poco o mucho que uno tiene para ofrecer si no también para entender que en muchas ocasiones somos «elegidos» por poder vivir debajo de un techo, por poder bañarnos, comer y sonreir. Dejando de lado a los culpables de la situación de las diferentes provincias, deberíamos comenzar a agradecer y compartir, ya que en muchos casos esos «culpables» no lo hacen. ¡Qué buena oportunidad para hacerlo nosotros!
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