En la primera quincena de enero superaron las 253 mil transacciones. Desde que se implementó el código QR ya se realizaron más de 52 millones de transferencias.
El uso del código QR creció notablemente desde comienzos de 2022, tanto para pagos en comercios como en transferencias de dinero. Así, según datos del BCRA (Banco Central de la República Argentina), en el primer caso la modalidad se multiplicó por 5 hasta los primeros días de enero de este año.
Así, actualmente uno de cada cuatro pagos con transferencia se inicia con código QR.
De acuerdo a la estadística del BCRA, en los primeros 15 días de enero, el promedio diario de pagos con transferencia interoperables iniciados con QR fue de 253.056 transacciones, cuando en la misma época de 2022 fue de 46.828.
En total, desde que se implementó el uso del código QR ya se concretaron más de 52 millones de operaciones. El dato refleja sólo transferencias interoperables y no los pagos con billetera virtual a un lector de un comercio.
«Asimismo, a la hora de analizar el tipo de cuenta que se utilizan en estas operaciones se ve que cerca del 86% de pagos iniciados con código QR fue realizado por clientes que utilizaron sus cuentas a la vista y en un 14% recurrieron a sus cuentas de pago», precisó el informe del BCRA.
Entre los comercios, en tanto, el 61,3% de los mismos acreditó los pagos en cuentas a la vista y un 38,7% en cuentas de pago.
Asimismo, la autoridad monetaria destacaron la preponderancia de esta modalidad en períodos sin actividad bancaria normal, como el fin de semana XL motivado por los feriados de Carnaval.
Factores de crecimiento del QR
Desde el BCRA también atribuyen a otras medidas el crecimiento exponencial del uso del código QR. Entre ellas, la implementación del sistema de Transferencias 3.0 desde noviembre del 2021.
Según el análisis es «un sistema innovador que incorporó la interoperabilidad de los códigos QR, de modo que una persona usuaria de servicios financieros pueda realizar pagos con transferencias utilizando cualquier código QR, sólo con un teléfono y con cualquier billetera virtual o aplicación de banco que ofrezca ese servicio».
De esa forma, la competencia entre los actores (sobre todo bancos) se interpreta como un factor que mejoró las condiciones de accesibilidad para los usuarios, en un «ecosistema digital de pagos abierto y universal» para facilitar la inclusión financiera.
Otro puntal considerado es la formalización de operaciones. «Incentivar la utilización masiva de esos medios de pago ayuda a obstaculizar el crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de dinero, así como a formalizar la economía, lo que permite cargas tributarias más parejas y moderadas», remarcó el BCRA.
Otras dos medias adoptadas por el Banco Central fueron hace un año. La primera de ellas, la determinación de nuevos requisitos técnicos para los Prestadores de Servicios de Pago (PSP) y entidades financieras que ofrecen billetera digital, para mitigar el fraude en las operaciones con ese sistema.
También en febrero del 2022 nació el Registro de Billeteras Digitales Interoperables, para que las entidades financieras y los PSP que presten el servicio de billetera digital se inscriban y obtengan la certificación para brindar el servicio.
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