Durante la tercera jornada de alegatos en el juicio por el caso Aliaga, la fiscal María Gloria André solicitó prisión perpetua para los miembros del Clan Barrera por su implicación en el secuestro y muerte de Diego Aliaga, un despachante de aduana que se convirtió en informante policial y presuntamente fue cercano al juez federal Walter Bento en un caso de corrupción judicial.

El pedido de prisión perpetua fue dirigido a cuatro acusados: Diego Barrera (52), su pareja, Viviana Sacolle (52), y los hijos de la mujer, Gastón (30) y Lucas Curi (28). Además, se solicitó una pena de 25 años de prisión para el conductor Yamil Rosales, quien colaboró en la ubicación del cuerpo de Diego Aliaga.

Todos los acusados enfrentan la máxima condena por los delitos de secuestro extorsivo con intención de solicitar un rescate, agravado por la participación de tres o más personas, que resultó en el homicidio de la víctima, además de cargos por robo.

La fiscalía considera que todos los acusados son culpables según el artículo 142 bis del Código Penal, que establece penas de prisión o reclusión perpetua en caso de causar intencionalmente la muerte de la persona retenida contra su voluntad.

Asimismo, se les imputa el artículo 170, que prevé reclusión o prisión para quienes sustrajeren, retuvieren u ocultaren a una persona con fines de rescate, y esta pena se eleva a prisión o reclusión perpetua en caso de causar intencionalmente la muerte de la víctima.

Por último, se acusa a los implicados de robo, ya que se habrían apropiado ilegalmente del Ford Camaro perteneciente a Aliaga.