Un grupo de estudiantes del Colegio Tomás Edison en Mendoza se encuentra a punto de cumplir un sueño extraordinario: viajarán a Singapur para participar en el Mundial de Robótica del 7 al 10 de octubre. Sin embargo, su viaje no es solo un evento competitivo, sino una oportunidad para abordar colectivamente uno de los problemas más apremiantes de nuestro tiempo: el cambio climático.
Estos jóvenes de 15 y 16 años, que forman parte de la selección argentina en el Mundial de Robótica, se han estado preparando durante meses para este desafío. El equipo está compuesto por Sebastián Martínez, Sara Lamagrande, Gerónimo Herrera, Ignacio Moreno, Nicolás Enrique Expósito Marsollier, Luca Cuello, Ignacio Moreno, Franco Mancini y Martín Perello.
Su objetivo es traer la copa del mundo del First Global Challenge, una competencia que reúne a jóvenes de 190 países. Pero su enfoque no se limita a la competencia en sí; están desarrollando un robot con la capacidad de recolectar, almacenar y distribuir “pelotitas” que simulan ser átomos de hidrógeno y oxígeno, recreando así el proceso de electrólisis utilizado para obtener hidrógeno como fuente de energía limpia y renovable.
Sebastián Martínez Santos, uno de los estudiantes, explicó que todos los equipos reciben el mismo kit de piezas para construir su robot. La competencia de robótica de este año, llamada “Hydrogen Horizons”, se centra en separar, transportar y almacenar estas “pelotitas” que representan átomos de oxígeno e hidrógeno presentes en el agua.
Lo más destacado de esta competencia es su enfoque en la colaboración entre países para abordar los problemas ambientales. En palabras de Luca Cuello, otro miembro del equipo, la competencia busca promover la amistad entre naciones y resolver los problemas del cambio climático de manera conjunta, reconociendo que este es un desafío global que no conoce fronteras.
Este viaje es un sueño que está a punto de cumplirse para estos jóvenes genios de la ciencia y la programación. Tienen grandes expectativas y están emocionados por la oportunidad que se les presenta. Sebastián expresó su confianza en que su robot obtendrá la medalla de oro y colocará a Argentina en la cima del desarrollo tecnológico.
El éxito de estos estudiantes es el resultado del arduo trabajo realizado en la Fundación Tomás Alva Edison, que ha participado en numerosas competencias de robótica en los últimos años. Graciela Betancourt, líder de la Fundación, destacó el compromiso de los estudiantes y su capacidad para demostrar habilidades en robótica y programación mientras trabajan en soluciones para el cambio climático.
