De Córdoba a tierras cuyanas
La Banda Militar Granadero Chepoyá fue fundada en las cercanías del Dique San Roque, en la Localidad de Bialett Massett, Provincia de Córdoba, el 14 de abril de 1940. A lo largo de los años, ha pasado por diversas unidades y denominaciones, destacándose en eventos como el campeonato Mundial de Fútbol de 1978 y el aniversario del Centro de esquí del Valle de las Leñas. En 1990, después de medio siglo sin tener un título que los identificara, adoptó el nombre “Granadero Chepoyá”.
Granadero Chepoyá, la pieza clave en la gesta sanmartiniana
El Granadero Chepoyá, cuyo nombre de pila era Miguel, fue un soldado argentino conocido por su valentía y habilidades musicales durante las guerras de independencia de Argentina. Sobresalió como trompetista en el Ejército de los Andes bajo el liderazgo del general José de San Martín. Su actuación más destacada fue en la Batalla de Chacabuco en 1817, donde dirigía a las tropas con su instrumento.
Por su valentía en combate y su destreza musical, fue reconocido con el título de “Granadero Chepoyá”. Su legado perdura como símbolo de coraje y patriotismo en la historia argentina.
La banda, cada vez más importante en la sociedad mendocina
Inicialmente utilizada para levantar la moral de los soldados, la Banda Militar Granadero Chepoyá ha evolucionado para convertirse en un puente entre el ejército y la sociedad. Actualmente, interpreta una variedad de géneros musicales (cómo el rock, la cumbia y el folclore), conectando de manera más profunda con el público.
Su iniciativa de tocar música secular ha sido bien recibida, incluso recibiendo solicitudes para conciertos fuera del ámbito militar.
Una canción que los represente
La marcha de la unidad “C15” y la cueca de los boinas negras son parte del repertorio musical de la banda. La cueca de los boinas negras es un himno que evoca la valentía y el espíritu de lucha de los soldados argentinos.
Los boinas negras
Cómo en todas las bandas, hay subgrupos. En el caso de Granadero Chepoyá, se formó a finales del siglo pasado un grupo folclórico llamado “Boinas Negras”, cuya fama alcanzó tal escala que fueron invitados a participar en el festival cordobés en Cosquín en el año 1995.
Este grupo, compuesto por 5 integrantes originalmente, se mantiene vivo dentro de la banda actual, siendo el género folclórico un punto clave en el nexo con la comunidad cuyana.
Los desafíos de un nuevo tiempo
A pesar de sus logros, la Banda Militar Granadero Chepoyá busca adaptarse a una realidad en constante evolución, donde la inclusión de más mujeres en la banda representa un desafío significativo. En un entorno históricamente dominado por hombres, la integración de mujeres músicas requiere un cambio cultural y estructural que fomente la igualdad de oportunidades y el respeto mutuo. Superar los obstáculos de género y promover la diversidad en sus filas es un objetivo prioritario para la banda, que busca reflejar la pluralidad y el talento de la sociedad a la que sirve.
Preservando el legado musical a través del tiempo
La Banda Militar Granadero Chepoyá tiene entre manos un ambicioso proyecto que busca honrar su legado y preservar su historia para las generaciones futuras. La creación de un museo histórico dedicado a la banda sería un hito significativo, ya que exhibiría sus logros y la trayectoria de sus integrantes a lo largo de los años. Este museo, concebido como un testimonio vivo de la dedicación y el talento que han caracterizado a la banda, sería un espacio de encuentro con la memoria colectiva, donde la comunidad podría apreciar el impacto cultural y patriótico de la Banda Militar Granadero Chepoyá.
Este proyecto refleja la importancia y el legado de una institución que ha sabido adaptarse a los tiempos, manteniendo viva la tradición y el orgullo de servir a la patria. La creación de este museo no solo sería un tributo a la historia de la banda, sino también un símbolo de su compromiso continuo con la excelencia musical y su contribución a la identidad nacional.
