Con la llegada de los recién estrenados billetes de mayor denominación en el país, surge la pregunta de cuánto pueden comprar los consumidores en medio de una inflación en aumento. En la Ciudad de Mendoza nos acercamos a el alcance del billete de $2.000 en el actual contexto económico.
El próximo 15 de agosto, el Instituto Nacional de Estadística y Censos tiene previsto publicar las cifras de inflación correspondientes al mes de julio, y se espera un nuevo aumento como resultado de la reciente aceleración en los precios que se ha observado en las últimas semanas. Diversas firmas consultoras coinciden en que la tasa de inflación del último mes podría ubicarse alrededor del 7%.
Los índices de inflación promedio mensual en alimentos y bebidas, medidos por LCG, han experimentado un repunte, llegando a un 6,2%, lo que significa un aumento de 1,2 puntos porcentuales en comparación con la semana anterior. Tomando en cuenta este contexto, con algunos testimonios de varias verdulerías del centro de Mendoza con el fin de evaluar qué artículos se pueden adquirir con un billete de $2.000.
En uno de los establecimientos, una compra que incluyó un kilo de papas ($490), un kilo de zapallos ($250), un kilo de cebollas ($200), un kilo de naranjas ($470) y un kilo de bananas ($550) tuvo un costo total de $1960.
Por otro lado, en otro local, la adquisición de un kilo de tomates ($630), un kilo de zanahorias ($230), un kilo de mandarinas ($400) y un kilo de manzanas ($700) también sumó un total de $1960.
Estos ejemplos demuestran cómo el nuevo billete de $2.000 se ajusta a las fluctuantes dinámicas de precios en las verdulerías, ofreciendo a los compradores diferentes aunque escasas combinaciones de productos en un momento de inflación constante.
