El panorama de supermercados y mayoristas se torna caótico ante la cantidad de compradores que buscan abastecerse de productos en medio de los anuncios del gobierno y el aumento del 30% en los combustibles. Este sábado, largas filas y changuitos rebosantes eran la postal común en el Área Metropolitana de Buenos Aires y varios locales de Mendoza.
La explosión de la demanda, impulsada por la incertidumbre ante los posibles aumentos y la proximidad de las fiestas, se replica en distintas regiones del país, como Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Entre Ríos, y la mayoría de los distritos del interior. Incluso, localidades fronterizas con Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia experimentan una redoblada demanda debido a las ventajas del tipo de cambio.
En redes sociales, algunos usuarios describen la situación como si estuviera por llegar el apocalipsis, con supermercados abarrotados, colas de hasta una hora y límites en la cantidad de productos por persona en mayoristas.
La Secretaría de Comercio, bajo el nuevo gobierno, dejará de ejercer el control de precios que venía implementando, lo que ha acelerado los aumentos en cadenas que presentaron listas con incrementos de hasta el 40% después del balotaje del 19 de noviembre que fueron aprobadas por el gobierno actual.
La anticipación a la asunción de Milei y las ofertas en grandes cadenas contribuyen a una mayor afluencia de compradores. Consumidores consultados indican incrementos en la mayoría de los productos, especialmente en aquellos que pertenecen a la canasta básica.
Muchos compradores adquieren productos con la intención de reabastecer comercios pequeños, como quioscos y almacenes, mientras la incertidumbre sobre la situación económica crece. Aunque algunos esperan el aguinaldo, que tiene como fecha límite el 18 de este mes, las dudas y expectativas respecto de la semana próxima generan una carrera contra el tiempo para abastecerse antes de posibles nuevas subas de precios.
