Sin dudas, hay trabajos que tienen más beneficios que otros, una de esos es la flexibilidad y, claro: los salarios. Este es el caso del trabajo de político (sea funcionario o legislador). A diario vemos cómo pueden darse ciertos lujos que un empleado “normal” no podría, como ausentarse de su puesto ni bien empieza a trabajar.

Y este es el caso de José Luis Ramón, el diputado de Protectora (que se encolumnó en el desaparecido frente Unión por la Patria, detrás de la candidatura presidencial de Sergio Massa). El “hombre de la frazada” asumió su banca a finales de 2023 y ya faltó a cuatro sesiones de la Cámara de Diputados.

Según trascendió el legislador estaría de viaje por Europa. Si bien su ausencia fue “con permiso”, saca a la luz que los políticos gozan de privilegios que muy pocos trabajadores tienen; y cobran muy por encima de un trabajador promedio.

En abril la dieta de un legislador superará el 1.800.000 pesos. Y más allá de los descuentos a los que puede estar sometido (o no, tal es el caso de Miguel Ronco, que viajó sin licencia gracias a la posibilidad que tenía de sesionar por Zoom), lo cierto es que muy pocos gozarían de esta posibilidad.

Pero este no es el único escándalo que lo rodea ya que hace un tiempo su matrícula de abogado estuvo suspendida por unos días, luego de haber sido denunciado por una clienta por no haberla defendido de forma correcta y por haberle cobrado un monto superior al que correspondía.