El narcotráfico representa una preocupación latente en Mendoza, donde la escasez de recursos y la falta de coordinación obstaculizan la lucha contra este flagelo. Recientes operativos policiales muestran un panorama preocupante, con resultados insuficientes frente a la magnitud del problema.

La mayoría de las investigaciones relacionadas con las drogas en Mendoza se centran en casos de tenencia para consumo, con escasas detenciones y decomisos significativos. La justicia provincial y el Gobierno no están dispuestos a asumir la provincialización de estos delitos debido a la falta de recursos necesarios.

El narcomenudeo está en aumento y se ha convertido en un delito difícil de investigar. La falta de recursos y la falta de apoyo gubernamental dificultan aún más la situación. Mientras tanto, la violencia asociada al consumo de drogas sigue en aumento, con robos y delitos violentos perpetrados por jóvenes en busca de dinero para sustancias.

Aunque Mendoza no es Rosario, la preocupación por el crecimiento del narcotráfico es evidente. La provincia tiene una ubicación estratégica como paso terrestre hacia Chile, lo que la convierte en un objetivo para las organizaciones criminales. Sin embargo, la falta de coordinación entre las autoridades y la escasez de recursos dificultan la lucha contra este fenómeno.

El reclutamiento de jóvenes por parte de las bandas narcotraficantes también está en aumento, con muchos adolescentes que buscan pertenecer a estas organizaciones en busca de ingresos y sentido de pertenencia. La falta de asistencia para jóvenes con problemas de consumo agrava la situación, lo que contribuye al aumento de delitos asociados como el robo.

La amenaza narco en Mendoza es un problema complejo que requiere una respuesta coordinada y recursos adecuados por parte del gobierno y las autoridades judiciales. La falta de acción eficaz podría tener consecuencias graves para la seguridad y el bienestar de todos los mendocinos.