El laguito fue el escenario de la bienvenida al nuevo año en San Carlos. Miles de personas asistieron al parque Mónica y Lilia; con fuertes controles municipales y policiales, no hubo conflictos ni accidentes.
«El Calesita«, así se llama el espacio público más elegido por los sancarlinos para disfrutar del verano. Este primero de enero, miles de personas se acercaron con parlantes, hieleras y dispuestos a bailar. Durante la noche pudo verse un intenso operativo policial, con controles viales, de alcoholemia y también la presencia de funcionarios municipales recorriendo el predio.
En un momento de la noche, llegó al lugar el Intendente Rolando Scanio, quien había estado envuelto en la polémica luego de conocerse un audio que había enviado a su hijo ante el inminente festejo del nuevo año. Se pudo escuchar aplausos y ovaciones; ante esto algunos jovenes explicaron que el Intendente comprendía que ellos no tienen lugares y momentos de esparcimiento debido a la pandemia, por lo que estaban agradecidos por el permiso para permanecer en el «laguito».
Finalmente, no para todos fue una noche de alegría, ya que los controles de alcoholemia fueron numerosos y muchos debieron arrojar el alcohol que habían comprado debido a los controles en el lugar.
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