Este domingo empezaron en Mar del Plata los XX Juegos Mundiales para Transplantados. Es la primera vez que se llevan a cabo en Latinoamérica y son organizados por la World Transplant Games Federation y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Competirán 1200 deportistas de 48 países en 14 disciplinas. Mendoza está muy bien representada ya que, de los 120 competidores nacionales, 11 son mendocinos. Por la 40 estuvo con uno de ellos, Julio Adrián Carrillo, días antes de partir a la ciudad balnearia. Julio, estaba muy emocionado y nos contó que – «Uno aprovecha esto, como gratitud a la vida y ayuda también a darle esperanza a casi 8000 pacientes de todo el país que están en lista de espera. La idea es concientizar a la población de la importancia del deporte» –
Los chicos de Mendoza, ya están alojados en Mar del Plata, en el Hotel Hermitage, lo cual fue posible gracias a la Dirección de Deportes de la Nación. La competencia culminará el domingo 30 y lo que se pretende con ella es llevar un mensaje mundial para que la gente entienda que la donación de órganos, sangre y médula ósea salva vidas.
UNA HISTORIA DIGNA DE SER CONTADA.
Julio Carrillo, «Patu» para los amigos, es oriundo de General Alvear, en 2012 vivía en Mendoza Capital, era estudiante de Economía y estaba a punto de viajar a Brasil para hacer un intercambio estudiantil; pero en setiembre del mismo año fue diagnosticado de Leucemia. Ahí mismo comenzó su tratamiento y siempre obtuvo el apoyo incondicional de su familia y su novia Carola. Nunca bajó los brazos y en marzo del 2013 fue trasplantado, recibiendo la donación de médula de una de sus hermanas. No se doblegó ante la enfermedad y fue sobrepasando cada prueba que la vida le ponía. El año pasado retomó sus estudios y este año recibió una gran sorpresa cuando fue convocado para participar del pre mundial como ciclista. Tenía 20 días para entrenar antes de la prueba y una vez más lo logró. Nos cuenta que cuando se enteró que podía participar se dijo a si mismo -«Tengo que estar ahí, esto es un regalo más que me da la vida, tengo que hacerlo por mi y por todos los que fallecieron durante el tratamiento».
Para mi la donación de órganos, sangre o médula ósea es uno de los actos de amor más grandes que podés darle a una persona.
Julio ha tenido muy buena evolución y aunque actualmente sigue en tratamiento, el deporte lo ha ayudado a mejorar sus resultados médicos con miras de dejar toda la medicación que tiene indicada.
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