Hoy y todos los 15 abril desde 2019 se celebra el Día Mundial del Arte. Esta fecha tan significativa para la cultura y la expresión fue elegida para conmemorar el nacimiento de unos de los artistas más importantes de la historia: Leonardo Da Vinci.
Resulta pues, una oportunidad ideal para promocionar la importancia de las artes y la creatividad a nivel mundial. En NDI elegimos celebrarlo homenajeando a una de las artistas plásticas más reconocidas de Tunuyán: Mariela González.
Arte abstracto
Mariela González (46) plasma su esencia en cada uno de sus cuadros mediante el arte abstracto. Pinturas de grandes dimensiones y acrílicos a mano integran el sin fin de obras que la artista cuelga sobre su espalda. Pinceles, esponjas y espátulas traman sobre el lienzo una fusión de sentimientos y sensaciones.
Tras varios años de experiencia, Mariela ha logrado unir sus dos amores para llevar una vida plena y feliz. “Soy ante todo mamá, estoy felizmente casada con Marcelo y tengo 3 hijos hermosos, Fausto (16), Martino (14) y Francisca (9) que son mi vida entera” cuenta emocionada la protagonista de esta historia.

El camino hacia el arte
Estudió arquitectura hasta 3°año y prótesis dental, carreras que no ejerció por distintos motivos personales. Según cuenta, siempre tuvo la necesidad de hacer y trasmitir algo con sus manos, buscando el detalle, la perfección y el arte de crear.
“Desde que recuerdo siempre me encantó el arte, lo visual, lo estético, la armonía de colores, de texturas. La composición de cosas es una de mis pasiones y creo poder plasmarlo en mis obras”.
Empezó a pintar como un pasatiempo para llenar espacios y mantener la cabeza ocupada. Según su círculo cercano Mariela siempre fue muy curiosa. La atrae la idea de probar nuevas técnicas y distintos materiales, atracción que la llevan a ser una de las artistas plásticas más buscadas por empresas, hoteles y particulares a la hora de embellecer espacios.
Tras realizar distintos talleres que fueron perfeccionado su técnica “la flaca González”( como la llaman sus amigos y familiares) tuvo la suerte de cruzarse con la reconocida artista plástica Tania Driban Molinelli, quien además de ser su amiga de toda la vida se convirtió en su mentora y maestra.
La vida, unida al arte
“Tania fue mi gran guía, siempre generosa me llenó de consejos y sugerencias en el camino del arte creando entre nosotras una relación de hermandad. Fue quien me lanzó al mundo del arte. Ella vio en mí lo que yo no veía”.
Juntas participaron pintando en vivo en el evento “Ojo de Pez”. Un proyecto de enfoque social para recaudar fondos. Ha participado en innumerables exposiciones y muestras de arte, varias de ellas relacionadas con el mundo del vino como Bodega Altavista, Bodega Clarooscuro, Al Pasión Wine Lodge nuestra realizada junto a Tania Driban Molinelli serie “coexistir”, entre otras.
También llevó su arte hasta la Barraca Mall y participó en una gran muestra en el Hotel Fuente mayor donde estuvo presente con más de 30 obras de imponente tamaño.
Su última aparición en público fue el pasado 11 de abril donde fue invitada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) a participar de una gran muestra artística donde sus cuadros robaron suspiros y elogios entre los presentes.
“Cada trazo, cada contraste y cada color están en mi tela porque no pueden estar en otro lugar. Soy muy decidida cuando pinto, sé lo que quiero y ahí voy” destaca la artista.
Con el alma llena
Manifiesta que no cree en la suerte, cree que las cosas son de Dios y para todo hay que esforzarse y mantenerse firme. “Por ahí hay momentos en la vida que te emocionan, que te mueven estructuras, y te encontrás de repente en que no sabes que va a ser de tu futuro. Todo lo que habías proyectado en realidad se queda sin sentido. Por eso vivo el día a día tratando de pasarlo de la mejor manera”.
La moviliza saber que sus obras llenan espacios y se conectan con colores que provocan sensaciones. Tras ver el recorrido transitado hasta hoy, Mariela se siente con el alma llena ya que sus cuadros visten muchos hogares enamorando a sus clientes con cada una de sus obras.
Define al arte como un sentimiento, dice que es alma, es corazón. El arte transporta a otra dimensión, es libertad, eleva el sentir y te hace soñar. La “flaca” reconoce que le queda mucho camino por recorrer por eso siempre está perfeccionándose para ir hacia adelante. “No le puedo pedir más a la vida, tengo todo lo que siempre soñé y soy muy feliz”.

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