Diego Roque y Oscar Portillo continuarán el proceso por el que se los incrimina con prisión domiciliaria en una vivienda de Mendoza.
Ambos están imputado por abuso sexual agravado por acceso carnal, tentativa de abuso sexual agravado por figura de autoridad corrupción de menores y corrupción de mayores.
El juez penal decidió que deberán llevar la pulsera magnética y van a estar controlados de manera permanente por el Servicio Penitenciario de Mendoza.
Además informó que se prohibió la salida de los dos imputados del país y se dictó una prohibición de acercamiento y todo tipo de contacto con el denunciante y todos sus familiares.
Este hecho se dio a conocer luego de un testimonial donde un joven denunció haber sido abusado sexualmente por los dos monjes. El hecho habría ocurrido entre el año 2009 y 2015.
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