La muerte de Eric Mamaní, el niño de 6 años que cayó a un pozo en un predio en donde se estaba construyendo un complejo de departamentos en la zona de Jesús Nazareno, Guaymallén, puso en evidencia las irregularidades que cometen algunas empresas dedicadas al rubro de la construcción y disparó el debate por la falta de control estatal.
“El municipio es el responsable de controlar”, coincidieron desde la Cámara de Constructoras independientes (Cecim) y desde el Centro de Ingenieros de Mendoza. En ese sentido, los profesionales explicaron que, en cada departamento, existe un código de edificación que deben cumplimentar. Caso contrario, las constructoras deben ser sancionadas ,a riesgo de que paralicen la obra y, en casos extremos, de demolerla.
“Cualquiera que tenga un terreno puede construir”, explicó Gerardo Fernández, presidente de la Cecim a El Sol. Pero, como ocurrió con Eric Mamaní en la obra de la empresa Idandi SA, propiedad de los hermanos Paco, los controles de los municipios no alcanzan.
“Hay gente que construye de forma clandestina y después presenta los planos en la municipalidad para que habilite la obra y puedan instalar los servicios”, señaló el presidente del centro de Ingenieros de Mendoza, Daniel Di María.
A pesar de ser ilegal, esta es la opción que, en el universo local de la construcción, se emplea para agilizar los tiempos de ejecución y comprar los materiales con anticipación, para combatir la inflación, explicaron expertos del sector.
Además, los profesionales remarcaron que el riesgo de una mala edificación en una zona sísmica podría generar una catástrofe como la de Turquía. De todas maneras, cuestionaron que los trámites en Guaymallén, Ciudad y Las Heras “son muy burocráticos”.
Qué pasa en Guaymallén
El riesgo de no obtener la habilitación municipal implica que no se pueda avanzar con la contratación de los servicios básicos (agua, electricidad y gas) ni con escrituración de la propiedad.
El código de construcción de Guaymallén exige a los constructores que presenten el libre de deuda, los planos de proyecto, que el mismo cuente con una estructura resistente, que tengan póliza de seguro obrero, un libro de obra, la certificación habitacional, los pertinentes estudios de suelos, incluso una planilla de liquidación, entre otros requisitos.
“Este trámite demora casi 27 meses. Además del pedido de inspecciones que tiene otro tiempo más”, señaló Fernández. El responsable de esa tarea es el director de obra o el ingeniero a cargo.
Por otro lado, los profesionales explican que un aspecto que inspecciona la comuna es la calidad de los materiales, tanto hierros como cañerías y la conexión eléctrica.
En el caso de Guaymallén, su código de edificación detalla cuáles son las infracciones y las multas, tanto para firmas como para particulares. Los montos varían según la sanción.
Fuente: Diario El Sol
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