El último mes de 2023 ha presenciado una significativa aceleración de la inflación, aproximándose al 30%, según estimaciones de diversas consultoras. Este aumento, impulsado por la liberación de precios y la devaluación del 118% del tipo de cambio bajo la administración del gobierno, ha impactado negativamente en el poder adquisitivo de la población, reflejándose en la caída del 8,4% en las ventas de comercios de consumo masivo durante la tercera semana de diciembre en comparación con la semana anterior, y un descenso del 38,4% en relación con el mismo período de 2022.
Desde Focus Market, se destaca que la cantidad de tickets disminuyó un 6,4% en comparación con la semana anterior y un 22,9% en comparación con el mismo período del año anterior. Aunque las unidades por ticket se mantuvieron estables, experimentaron una caída del 15,7% en relación con la misma semana del año pasado. Esta marcada contracción del consumo podría actuar como un ancla inflacionaria, contribuyendo a que la inflación de enero se mantenga alta pero por debajo de los niveles registrados en diciembre.
Según la consultora LCG, la inflación promedio mensual continuó acelerándose, alcanzando el 27,1%, con un acumulado de las últimas cuatro semanas que ascendió al 36,1%. Desde Eco Go, prevén una cierta desaceleración en la inflación para enero, situándose en torno al 20%. Argumentan que esto se debe a la dinámica estacional de la inflación, la ancla cambiaria y la retracción del consumo, donde los salarios no acompañan plenamente las subidas de precios.
La preocupante situación inflacionaria y su impacto en el consumo plantean desafíos para la estabilidad económica, generando incertidumbre sobre cómo evolucionará la economía en los próximos meses.