La docente que formó parte de una historia de vida -que se conoció en el país- fue distinguida por la Legislatura de Mendoza.
“La Seño Vivi” como es conocida en el departamento y más recientemente por la historia que la involucra a ella y a una pequeña estudiante. Viviana asistió a Rosario González más allá de la docencia y esa historia recorrió el país, lo hermoso de esa experiencia es que la docente ayudó a la pequeña dentro y fuera del aula, poniendo en valor sus capacidades, brindándole confianza en sí misma y animándole a seguir sus deseos.
Vivi tiene una carrera como docente desde hace 34 años, recientemente fue distinguida en la Legislatura, Actualmente la seño se desempeña como maestra de grado en el Colegio P-086 “Nuestra Señora del Huerto” y en la Escuela 1-703 “Emilio Manso” (donde fue encargada de una biblioteca que ella misma armó y puso en funcionamiento) recibió este lunes 5 de abril tan importante reconocimiento en el Salón de los Pasos Perdidos.
Las emotivas palabras de la iniciativa indicaron: “la docente es muy querida y reconocida en el Valle de Uco no solo por su desempeño como maestra, sino por su dedicación y sus aportes en el ámbito social de toda la comunidad. Siempre se ha comprometido con los alumnos y sus familias” argentó el legislador Costarelli, quien impulsó la distinción.
Estando presente en el recinto, Vivi no ocultó su alegría al ser reconocida por su trabajo. “Agradezco las palabras del señor senador; siento un compromiso representando a todos los docentes mendocinos y argentinos, que se vean reflejados en mí”, destacó.
La historia de la pequeña estudiante y Vivi
Con siete años, la vida de Rosario estaba condicionada con una madre que trabajaba hasta en tres lugares por lo que compartía muy poco con su hija, un padre que sufría por el alcoholismo (hoy recuperado) y sin trabajo por lo que la pequeña pasaba más tiempo con sus abuelos. En este contexto Rosario encontró en Viviana a alguien que creyó en ella.
Rosario demostraba muchas facultades para la escritura y ante la falta de apoyo por parte de su familia, la señorita Vivi (como ella la recordaba hasta que volvieron a comunicarse) fue quien la incentivó y le dijo algo que jamás olvidaría: “Sos muy inteligente, muy capaz, valés mucho… ¡No aflojes nunca!” Hoy Rosario es escritora, publicista y asesora en Comunicación en el ámbito legislativo.
“La “Señorita Vivi” siempre me decía que era muy lindo todo lo que hacía, que yo iba a poder… que tenía que seguir adelante a pesar de todo. Y yo escribía cada una de sus palabras en mi diario íntimo. Siempre me decía: “Sos muy inteligente, muy capaz, valés mucho… ¡No aflojes nunca!”… Y me lo decía con tanto cariño… No sé si mi maestra sabía todo lo que pasaba en mi casa, pero estaba ahí y confiaba en ella. Fui muy buena alumna, porque para mí eso era el reconocimiento”, asegura.
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