Terminó la Edición 25 de la carrera que vuelve locos a los valletanos, volvieron este lunes a retomar sus vidas cotidianas, pero con muchas anécdotas por contar.
Ivan Sepulveda, uno de los participantes de la travesía que albergó a más de 50 valletanos, en su mayoría tunuyaninos, nos hizo llegar esta crónica que quedará en la mente de muchos deportistas.
-.Teniendo en cuenta el lema del trasmontaña “el desafío no es ganar, el desafío es llegar, en resumidas cuentas y tomando como parámetro que nadie del grupo se desenvuelve como piloto profesional, si no, más bien apasionados de este deporte del enduro, fusionados como grupo que es nuestra principal característica, nuestra participación ha sido más que exitosa.
Una carrera durísima donde las inclemencias del tiempo jugaron una mala pasada y tuvimos que transitar por senderos, cerros y arroyos muy pero muy complicados, entiéndase mucha agua y barro que imposibilitaban la normal tracción de nuestras motos. El paisaje es maravilloso en la selva tucumana, la niebla imposibiltaba la visión a 2400 m de altura sobre el nivel del mar pero la adrenalina podía más y cada pareja o equipo trabajó para colaborar unos con otros en cada obstáculo que se presentaba.
Un trazado maravilloso, complicado, pero maravilloso que a algunos les llevó más de 9 hs de carrera para completar los 150 km de recorrido, si tenemos en cuenta que las primeras motos largaron a las 8 hs y los pilotos llegaron después de las 18 hs al punto final.
Destacable la labor de pilotos como Marcelo Guillen de 57 años, el mayor del grupo, Oscar José Ganem, Alejo Bobadilla, David Molinar y Gustavo Guillen que en la categoría Master “C” de más de 50 años dejaron presente el nombre de nuestro pueblo tunuyanino.
Accidentados, muchísimos, pero cosas normales de la carrera, golpes por caídas, desbarrancos en los cerros que implicaban tener que sunchar la moto para rescatarla, puntos de sutura de algunos que sufrieron cortes en las caídas, roturas de motos de los que debieron abandonar y moretones en el cuerpo que ya empiezan a aparecer. Pero nada de esto impide que cada vez seamos más los participantes de este evento, que el próximo año va a ser declarado de nivel internacional por la FIM (Federación Internacional de Motocros) siendo la carrera, la tercera de estas características que se realiza a nivel mundial, entiéndase correr en pareja o en equipo y juntos llegar aunque sea arriba de una sola moto, casos que este año se volvieron a repetir.
Por lo demás, el hecho de haber podido disfrutar de un grupo maravilloso, compartir asados, charlas y juegos.
Agradecer a todos los que sirvieron de abastecedores, a la familia que alentaba desde acá, y nos hacen el aguante, a la vida y a Dios porque a nadie le pasó nada grave, mas allá de los golpes normales de este tipo de competencias.
La organización, maravillosa, el lugar un paisaje fantástico, el grupo cada vez más hermanado, el viaje que se hace sentir por los 1100 km que debemos transitar para volver a destino y la alegría de volver a casa empezando a prepararnos para el próximo año.
El más joven Pablo Nestler, el mayor de todos, Marcelo Guillen, en el medio 30 pilotos más felices de haber podido participar.
Hasta el próximo año “TRASMONTAÑA”.
Gracias A todos
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