Como cada miércoles, cada jugador de Gran Hermano tuvo su momento para votar en el confesionario y dar las razones por las que quieren mandar a sus compañeros a placa de cara a una nueva gala de eliminación.

Desde la previa, la placa ya tenía un nombre: el de Darío, puesto a que Nicolás, junto a Martín y Bautista decidieron, tras sonar el teléfono rojo, fulminarlo por estrategía. Este jugador no podrá ser salvado hasta el domingo, siempre y cuando el público lo desee.

Cabe aclarar que tras la tregua entre los tres vinculados en la nominación del platense, el resto de la casa orientó sus votos en contra de ellos, para romper con su planificación. Siendo Bauti el líder de la semana, los perjudicados fueron los dos restantes.

Con el paso de los once jugadores por el confesionario, la placa temporal quedó conformada por Darío, Federico, Nicolás, Martín, Florencia y Mauro. Ahora, el destino de estos seis jugadores está en manos del cantante uruguayo, que deberá cambiar a uno de los jugadores en riesgo por uno de los por ahora salvados.