Tula, reconocido por su inquebrantable lealtad a Rosario Central y la selección argentina, falleció en el Sanatorio de la Trinidad Mitre, donde estuvo internado debido a su delicado estado de salud. A pesar de su enfermedad, su espíritu nunca decayó y continuó alentando a su equipo desde las gradas, incluso durante el Mundial de Qatar, donde presenció la histórica victoria de la Albiceleste.

Su conexión con el fútbol se remonta a los años 70, cuando hizo su primera aparición en la tribuna de Rosario Central. Desde entonces, dedicó más de cuatro décadas de su vida a seguir al equipo de sus amores y a alentar incansablemente a la selección nacional en cada competición.

Tula se destacó por su emblemático bombo, regalo del ex presidente Juan Domingo Perón en 1971, y por su compromiso con el peronismo, del cual se consideraba ferviente seguidor. Siempre se mantuvo alejado de las barras bravas y de la política partidaria, pero no dudaba en levantar la bandera del movimiento peronista en cada encuentro.

Durante la ceremonia de The Best en 2023, Tula tuvo su momento de gloria al recibir el premio a la mejor hinchada, en representación de los fanáticos argentinos que inundaron las calles de Doha durante el Mundial. Sin embargo, su salud continuó deteriorándose con el tiempo, y tras una intervención quirúrgica de urgencia, su estado se agravó hasta su triste partida.

La partida de Tula deja un vacío en el fútbol argentino, pero su legado perdurará en cada gol, en cada cántico y en el corazón de todos aquellos que tuvieron el privilegio de compartir su pasión.