A pesar de los esfuerzos de los controles policiales, las fiestas clandestinas se multiplican en todos los departamentos de la provincia. En el Valle de Uco se desactivaron dos festejos ilegales.
Durante el fin de semana largo de año nuevo se intensificaron los controles a los fines de desactivar los eventos y fiestas clandestinos en la provincia. Durante Año Nuevo se desactivaron unas 43 fiestas clandestinas, 20 más que para Navidad.
Según los datos proporcionados por el Ministerio de Seguridad de la provincia, sólo se habían autorizado 10 eventos sociales para recibir el nuevo año. En dichos festejos, y teniendo en cuenta el decreto autorizado por Rodolfo Suarez, sólo podían asistir 250 personas. Además, se debían realizar al aire libre.
A la hora de hacer un desglose, el funcionario advirtió que la mayor cantidad de fiestas se detectó en el Gran Mendoza (unas 26). El departamento más infractor fue Guaymallén con 12 eventos no habilitados, en tanto, la fiesta más populosa se generó en Luján de Cuyo con 1.000 invitados.
Le siguieron eventos en el Este (unos 6), nueve en el Sur (incluye Malargüe, San Rafael y General Alvear) y dos en el Valle de Uco.
«Las principales fiestas clandestinas se produjeron en zonas del Gran Mendoza, Este, Sur y Valle de Uco, tal como ocurrió en Navidad. Las mismas se detectaron, en algunos casos, previo a su realización, en otros, durante su concreción. La mayoría se efectuó en domicilios particulares, fincas y salones de fiestas», expresó Néstor Majul, subsecretario en Relaciones Institucionales.
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