El acoso escolar, una realidad dolorosa y creciente en la provincia de Mendoza, ha llevado a la Dirección General de Escuelas (DGE) a replantear su enfoque y estrategias de intervención. Con un aumento significativo de casos en los últimos años, la nueva titular de la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares (Doaite), Carina Gannam, se ha propuesto dejar de llegar “siempre tarde” y abordar la problemática de manera más efectiva.
Los números hablan por sí solos: en solo dos años, los casos de acoso escolar registrados en Mendoza han aumentado en un alarmante 273,6%, según datos oficiales. Este incremento exponencial es motivo de preocupación tanto para las autoridades educativas como para la comunidad en general.
Gannam, quien asumió su cargo hace apenas 20 días, ha expresado su determinación, en comunicación con el medio El Sol, de enfrentar esta problemática de manera integral, involucrando a todos los actores relevantes en el proceso. En particular, destaca la importancia de la participación activa de la familia en la detección y prevención del acoso escolar, dado que el 56% de los casos registrados en la provincia están relacionados con violencia intrafamiliar.
El enfoque propuesto por Gannam va más allá de un abordaje puramente escolar. Reconoce el acoso escolar como una manifestación de violencia que trasciende los límites del aula, afectando profundamente la salud mental y el bienestar de los estudiantes. Por lo tanto, su estrategia se centra en fortalecer los lazos familiares, promover el diálogo y crear espacios de expresión seguros para los niños y adolescentes.
En este sentido, el compromiso del gobierno provincial con la protección y garantía de los derechos de la infancia y la adolescencia es fundamental. El gobernador Alfredo Cornejo ha destacado la importancia de fortalecer la corresponsabilidad institucional, familiar y comunitaria en la protección de los niños y adolescentes de la provincia.
La labor de prevención y detección temprana del acoso escolar requerirá un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados en el sistema educativo. Los profesionales de la Doaite trabajarán en estrecha colaboración con docentes, familias y alumnos, ofreciendo capacitaciones, talleres y jornadas destinadas a sensibilizar y empoderar a la comunidad escolar en la lucha contra el bullying.
Desde la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) se han compartido una serie de señales de alerta que pueden ser útiles para identificar si un niño o adolescente está siendo víctima de acoso escolar. Algunas de estas señales son:
- Moretones, rasguños o marcas físicas recurrentes que no tienen explicación.
- Miedo a ir a la escuela.
- Ansiedad.
- Pocos vínculos significativos o poco duraderos.
- Empeora su rendimiento académico.
- Busca estar cerca de los adultos.
- Presenta frecuentes dolores de cabeza o molestias físicas.
- Está agresivo o tiene arrebatos de ira.
Para asegurar una respuesta eficaz y oportuna, se priorizará la presencia activa de los profesionales en las escuelas, abandonando los escritorios y las oficinas para estar presentes en el terreno. El objetivo es detectar los casos potencialmente de riesgo antes de que se conviertan en situaciones de crisis, evitando así llegar “siempre tarde” a la hora de intervenir.
