El Manchester City de Julián Álvarez se consagró campeón de la Supercopa de Europa al vencer en una tanda de penales al Sevilla, en un enfrentamiento que tuvo como escenario el estadio Georgios Karaiskakis de la ciudad de El Pireo, Grecia. El equipo inglés, que ostentaba el título de campeón de la Champions League, se enfrentó al Sevilla, que había conquistado la Europa League.
El partido estuvo marcado por la intensidad y la presencia destacada de futbolistas argentinos en ambos lados. En el once inicial del City se destacó la participación de Marcos Acuña, Erik Lamela y Lucas Ocampos en las filas sevillistas, mientras que el Manchester City contó con Julián Álvarez durante los minutos finales y Gonzalo Montiel tuvo una breve aparición en el terreno de juego. Además, Federico Gattoni y Papu Gómez aguardaron en el banco.
El encuentro se desarrolló con un alto nivel de competitividad y culminó con un empate 1 a 1 en el tiempo reglamentario. Youssef En-Nesyri, asistido por un preciso centro de Marcos Huevo Acuña, abrió el marcador de cabeza para el Sevilla. Sin embargo, el Manchester City respondió y logró igualar gracias a un certero cabezazo de Palmer a los 17 minutos del segundo tiempo.
La definición se trasladó a la tanda de penales, donde el Manchester City se mostró más efectivo y se impuso por sobre el Sevilla, cuyo historial en finales de la Supercopa de Europa ha sido esquivo en los últimos años.
Con este logro, el Manchester City de Julián Álvarez suma un nuevo título a su exitosa trayectoria. Para el entrenador Pep Guardiola, este campeonato representa su título número 36 en su carrera, incluyendo cuatro Supercopas (dos con Barcelona y una con Bayern Múnich), consolidándose como uno de los entrenadores más exitosos en la historia del fútbol, solo superado por Sir Alex Ferguson en cantidad de títulos ganados.
