Los dos mendocinos tuvieron un ambicioso plan, se decidieron a escalar el Aconcagua en pleno invierno y sin apoyo logístico. Para lograrlo, los jóvenes pasaron 12 días viviendo con temperaturas bajo cero y con un clima muy ventoso, hasta que apareció un día perfecto según dijeron los andinistas.

Emanuel Pérez y Claudio Fredes son guías de montaña mendocinos. En julio se lanzaron a la aventura de hacer “la cumbre invernal” de Aconcagua. Soportaron temperaturas bajo cero y fuertes vientos

Muy pocas son las personas que logran llegar a la cumbre de esta montaña, la cual cuenta con 6.962 metros de altura. Siendo entonces un hito que alguien la pudiera escalar en pleno invierno, jugando un rol importante los trámites y las aprobaciones que debieron realizar antes de arrancar.

Pues entrar al parque en invierno resulta algo muy riesgoso, ya que no hay servicios ni gente que pueda auxiliar en caso de un accidente, además de la presencia de un clima adverso que hace todo más peligroso en todos los sentidos.

Al arrancar su travesía, los mendocinos tuvieron varios días de clima muy malo lo que imposibilitaba el ascenso. Pero una jornada eso cambió ya que: “el día era perfecto, fue increíble. Todos los días nos había matado el viento, pero ese día fue buenísimo. Cómo habrá sido que yo me había sacado la campera de plumas, iba con un buzo especial abrigado y con guantes finos, los mitones los tenía guardados, me estaba muriendo de calor“, detalló Emanuel Pérez en diálogo con diario UNO.

Como cierre a la nota con UNO, Claudio Fredes quiso ser más profundo en la reflexión y aseguró: “Llegar a la cumbre es lindo, pero la cumbre más grande que hay como persona es llegar a tu casa y estar con la familia“