Tunuyán enfrenta una situación angustiante a manos de la empresa estatal de Agua y Saneamiento Mendoza, AYSAM, según lo expresan dos vecinos que han vivido auténticas odiseas al intentar conectar sus hogares a la red de agua y cloacas.
El primer testimonio narra la frustrante experiencia de un residente que trató de realizar una conexión de agua y cloacas en su propiedad. Según relató, tras coordinar con AYSAM y realizar los preparativos necesarios, se encontró con un desagradable obstáculo: una supuesta deuda impagada que le impedía avanzar con el proceso. La confusión radica en que, para recibir el kit de conexión de AYSAM, no debe haber deuda pendiente.
A pesar de contar con los kits necesarios, le dijeron que no podían avanzar sin la factura pagada, lo que desencadenó una frenética búsqueda de documentos. El resultado fue que AYSAM finalmente encontró la factura en su sistema después de horas de espera y esfuerzo por parte del vecino. Sin embargo, la falta de profesionalismo quedó al descubierto, ya que un simple chequeo en el sistema habría resuelto el problema de inmediato. Además, la falta de coordinación dejó al vecino con tres zanjas abiertas en la locación que necesitaba realizar conexiones a la red de agua y la necesidad de contratar retroexcavadoras a un alto costo por hora.
El segundo testimonio es igualmente desalentador. Otro vecino reveló que le entregaron su casa en enero, pero que por culpa de AYSAM tardó meses antes de que pudiera obtener acceso a los servicios de agua y cloacas.
La lucha comenzó con la falta de luz, pero pronto se extendió al agua y las cloacas. A pesar de realizar todas las preparaciones necesarias, la conexión no se produjo. AYSAM, aparentemente, no tenía una respuesta clara. El residente tuvo que cavar las zanjas por sí mismo y esperar que AYSAM actuara.
La empresa finalmente conectó las cloacas, pero el agua seguía siendo un problema no resuelto. La falta de coordinación entre AYSAM y la maestra mayor de obras prolongó la agonía del vecino, quien finalmente tuvo que recurrir a un amigo para obtener acceso al agua un domingo a las 14.
Estos testimonios muestran la desorganización y falta de respuesta de AYSAM, dejando a los tunuyaninos atrapados en una pesadilla burocrática. La desidia de la empresa estatal ha dejado a los residentes en una situación desesperada, en la que la falta de servicios básicos afecta su calidad de vida y su tranquilidad.
