Por Franco Moreno.
Una reina necesita de quien la acompañe a todas sus actividades. Una madre, una amiga…una gran compañera que ya hace 17 años trabaja en la Municipalidad de Tunuyán.
Su nombre es Cristina Abarzúa, la mujer que coordina cada una de las actividades de las candidatas al reinado y, por consiguiente, a las reinas electas de cada año.
¿Qué es lo que hace en detalle?
Las aconseja, cuida y alienta en cada evento que presencian las bellezas portadoras de coronas a lo largo de todo el año. Siempre con una sonrisa y un «Hola chiquito.. ¿Cómo estas? son características que nunca faltan al verla.
NDI dialogó con reinas de mandato cumplido, quienes han hecho llegar su sentimiento ante Cristina y mostraron su muestra de afecto.
Cristina tiene un motivo especial que la ayuda a cumplir sus sueños y seguir trabajando en lo que más ama, y es su hija Ana Estefanía Pérez Abarzúa quien no se encuentra físicamente pero sí en el corazón y la memoria del pueblo de Tunuyán, ya que con solo 19 años fue Reina del Turismo en el año 2006 y fue una bella dama solidaria e inolvidable para quienes tuvieron la oportunidad de compartir junto a ella.
Los recuerdos de las reinas de mandato cumplido
Algo que destacan cada una de las reinas de mandato cumplido es lo cómplice que ha sido con ellas.
Marisol Martinez, reina departamental de la Vendimia en el año 2002 fue la primera coordinación de que realizó Cristina.
«Yo siempre tenía hambre y muchas veces íbamos a lugares donde no había comida entonces conseguía algo para comer como unas empanadas y me tapaba para que comiera. Siempre preocupada porque no pasara hambre», recordó Marisol.
Isis Aruani, Reina de Tunuyán en el 2012 prefirió contarnos a través de un audio su recuerdo.
Josefina Hisa, Reina de los Estudiantes en el 2009 y Reina Departamental de la Vendimia en el 2017 también recordó un abrazo reparador que le dio Abarzúa.
«El día de la fiesta de Capital en Mendoza el 25 de febrero del 2017, cuando se largo esa tormenta fatal, llegue muy angustiada al hotel. Ella estaba super nerviosa esperando que llegara. Baje del colectivo y nos abrazamos como 20 minutos. Me dio tanta tranquilidad que todo lo que había pasado se olvidó» , cuenta Josefina.
Sin duda, Cristina es una admirable persona por su fortaleza de cada día, contenedora en momentos precisos con una palabra o un abrazo que mejora todo, dedicada y comprometida con su trabajo y sobre todo una gran amiga.
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